Para nosotros, como marca líder en protección solar, asumir la responsabilidad siempre ha sido evidente. Por eso nos hemos fijado objetivos concretos para mejorar los impactos ambientales de nuestros productos durante todo su ciclo de vida y presentarlos de manera transparente.
Para poder hacer afirmaciones concretas sobre los impactos ambientales de nuestras persianas venecianas exteriores, persianas enrollables y toldos para ventanas, además de calcular la huella de carbono de los productos (PCF), también se han elaborado declaraciones ambientales de producto (DAP) en colaboración con la Asociación de la Industria de Persianas enrollables, Protección solar y Automatización (IVRSA e.V.) y el Instituto para la Construcción y el Medioambiente IBU (Institut Bauen und Umwelt e.V.).
Las DAPs estandarizadas proporcionan información comprensible sobre las características ambientales de nuestra protección solar durante todo su ciclo de vida e incluyen, por ejemplo, el consumo de energía o el potencial de efecto invernadero generado. De este modo, en una planificación integral se pueden seleccionar los productos más respetuosos con el medioambiente. Además, las DAPs son la base para la certificación de edificios según sistemas de sostenibilidad, como DGNB, LEED o BREEAM.
Ante el cambio climático, el sistema de protección solar exterior es un componente esencial para mantener temperaturas agradables en los edificios: se evita la incidencia directa del sol y, por lo tanto, se reduce la entrada de energía. En particular las soluciones automatizadas contribuyen a una menor carga de enfriamiento y, por tanto, a una menor necesidad de energía y, en última instancia, a una reducción de las emisiones de CO2.
El cálculo de la huella de CO2 de las tres soluciones de protección solar más populares de WAREMA lo deja claro: un sistema de protección solar exterior puede ahorrar hasta 28 veces más de CO2 durante la fase de uso que la cantidad generada a lo largo de toda la cadena de suministro vinculada al producto.*
*Para los cálculos se emplearon un tamaño medio y una versión del producto estándar del sistema de persianas venecianas exteriores integradas a la ventana, de la persiana enrollable en voladizo y del toldo en voladizo.
La base para el cálculo de las emisiones de CO2 es el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero de reconocimiento internacional. Se analizaron los tres ámbitos, esto es, tanto las emisiones directas e indirectas en el lugar de producción como las emisiones indirectas a lo largo de la cadena de suministro.
El cálculo de ahorro potencial de CO2 se basa en una estancia de un edificio no residencial (LxAnxal 8,25 m x 5,4 m x 2,8 m) con una proporción de superficie de ventanas del 70 % (16,17 m2) hacia el oeste. Para la refrigeración activa se establecieron 22 grados Celsius. Duración de uso asumida del producto de protección solar: 20 años o 10 000 cambios de carga. Los cálculos se realizaron con una herramienta de Repräsentanz Transparente Gebäudehülle (RTG).
El resultado: las emisiones de CO2 de los productos de protección solar se sitúan entre 265 y 293 kg de equivalentes de CO2 (CO2e). En comparación, el potencial de ahorro durante la fase de uso es hasta 28 veces mayor que las emisiones de CO2. Un toldo para ventana puede ahorrar hasta 7297 kg CO2e en las condiciones de uso descritas anteriormente, una persiana veneciana exterior hasta 5834 kg CO2e y una persiana enrollable hasta 3931 kg CO2e. Por lo tanto, el potencial de ahorro de CO2 incluso de la persiana enrollable es todavía 13 veces mayor que las emisiones de CO2 a lo largo de todo el ciclo de vida.